Notre Dame d’Orcival es una de las iglesias más encantadoras de la Auvernia. No es muy grande y se puede ver con los muros sin decorar; es de una sobriedad casi espartana, aunque imagino que originalmente debió de estar, como todas, llena de color. En cualquier caso impresiona, sobre todo la cripta, que invita a la meditación.
A nivel de trabajo, quizás es que mientras hago esto tengo unos de esos días espesos, pero el modelo que ahora reproduzco he pensado en varias ocasiones que hubiera sido mejor hacerlo directamente a mano alzada y no complicarme con dibujo técnico.
Después de un par de intentos fracasados, ya que pensaba que era más sencillo de lo que en realidad era, me decidí a realizarlo a un tamaño un poco más grande, lo que me llevó a seguir trabajando directamente con el compás en vez de utilizar plantillas de curvas.
Creo que me descolocó el hecho de que la filigrana alternara círculos grandes que se cortaban con otros más pequeños que se tocaban en el eje.
En cualquier caso, estos son los resultados.
Ferdinandus, d.s.