miércoles, 6 de agosto de 2025

Carta Victoriana para celebrar un embarazo

 Llevo un tiempo sin publicar. Y no, no es sólo que esté poco activo —que también—, sino que mis últimos trabajos han sido cosas familiares y contenían nombres y datos que entiendo que no deben circular alegremente. Este también es familiar pero, dado que se limita a iniciales conocidas únicamente por los allegados, y con su permiso, me he decido a publicarlo.

Se trata de una forma de plegado conocida como «carta Victoriana» con la que felicitábamos a unos futuros padres.


1. Los bocetos

Los primeros son de marzo y la acabé en junio. En esos meses, más de una noche se me ocurrió una idea nueva que me hizo descartar lo que había estado trabajando durante días anteriores y cambiar los elementos que incluía. Algunas imágenes finalmente no aparecen y otras las modifiqué bastante, así que muestro nada más los más significativos, realizados en la primer quincena de abril.






2. Las pruebas

El trabajo me asustaba un poco por la complejidad de tener que combinar los elementos de ambas caras, por lo que decidí, a partir de un plegado idéntico con fotocopias de bocetos, realizar una simulación que me permitiera no tener muchas sorpresas desagradables cuando pusiera todo en limpio. Si estás pensando en hacer algo parecido, te lo aconsejo



3. El proceso

Aquí creo que cometí un error motivado por el miedo a esa dificultad derivada de la variedad de dobleces. Le pedí a mi esposa, que es muy pulida haciendo estas cosas, que realizara el plegado antes de comenzar el trabajo, para tener perfectamente claro, más allá de trazos con lápiz de los distintos apartados, los límites de cada sección. El plegado quedó perfecto, pero trabajar con el papel ya doblado supuso roces en las aristas. 

Tras pasar los bocetos al original, lo primero que hice fue poner en tinta el texto interior, que debía marcar los límites en el conjunto.



Se trata de un poema del poeta y filósofo libanés Khalil Gibran (1883-1931) titulado «Los hijos» y dice así:

«Vuestros hijos no son hijos vuestros,
son los hijos e hijas de la Vida, deseosa de sí misma.

Vienen a través vuestro, pero no de vosotros,
y aunque os acompañen, no os pertenecen.

Podéis darles vuestro amor, pero no vuestros pensamientos,
pues ellos tienen los suyos propios.

Podéis hospedar sus cuerpos, pero no sus almas,
porque ellas habitan en la mansión del mañana,
que no podéis visitar, ni siquiera en sueños.

Podéis esforzaros en ser como ellos,

pero no intentéis hacerlos semejantes a vosotros,
porque la vida no retrocede ni se detiene en el ayer.

Sois el arco del que vuestros hijos, como flechas vivas, son lanzados 

(.…)
Que la tensión que os causa la mano del Arquero sea vuestro gozo,

ya que así como Él ama la flecha que vuela, ama también el arco 

que se mantiene estable».

Por cierto, en el trabajo se lee de dentro hacia afuera, para dar una sensación de salida a un mundo exterior.


4. El trabajo completo

Por no alargarme con pasos intermedios, me limito a mostrar el resultado final, empezando por cómo se mira el trabajo cuando se entrega.

Los materiales han sido los habituales: el papel, fabricado a mano por Garzapapel con barbas a los cuatro lados en formato 30 x 30 cm., acuarelas, tintas y, en algún caso, algún rotulador para perfilar. 

El papel de la encuadernación también está hecho a mano.


4.1. La encuadernación

Aquí confié en las manos de mi esposa que, como he dicho, es mucho más pulida que yo en muchos aspectos. Y menos mal, porque fue complejo, sobre todo para hacer el hueco interior a base de paneles de corcho recortado.

Lo primero que se ve son dos objetos, una caja y un libro, forrados con un papel rojo decorado con motivos florales en granate. El librito es un texto con la explicación del simbolismo de cada uno de los elementos de ambas caras para el matrimonio, así que no merece la pena comentarlo.

Al abrir la caja aparecía, en el lado derecho, una estructura cuadrada con un hueco en el centro en donde se alojaba la caligrafía. Para facilitar su extracción había una cinta roja.




4.2. El trabajo plegado

En la parte anterior están la iniciales de sus nombres.


En la posterior, desde donde se practica la apertura, fragmentos de la orla exterior de frutos rojos.


Tras extraer el triángulo que la mantiene cerrada, las iniciales aparecen acompañadas de los fragmentos de una orla con frutos rojos 


mientras que en la parte posterior los higos que forman parte de la orla interior y, en los cuatro triángulos, los elementos significativo de la cara exterior. 


4.3. El trabajo extendido

Finalmente, una vez desplegada del todo la caligrafía, así quedaban:

La cara exterior, con las iniciales rodeadas por un texto en latín, cuya traducción sería: « Un día lo supimos: vamos a ser padres. Un día nos dijeron: vais a ser abuelos y tíos. Y empezó para todos un tiempo de adaptación creativa para construir nuevas identidades desde las que vivir a la aventura. Y en ello estamos», y los cuatro elementos citados


En la interior se observan por primera vez las hojas y frutos de tomateras rodeando el poema de K. Gibran que rodea, a su vez, unas segundas iniciales. 


Em ambos caso, alrededor de las cenefas hay unos degradados en los colores correspondientes.


Ferdinandus, d.s. Aunque la caligrafía se terminó antes, no se acabó de encuadernar y finalizar todo hasta el tercer decanato de Cáncer del dosmilésimo vigésimo quinto A. D., bajo el influjo de la Luna.


miércoles, 11 de diciembre de 2024

Felicitación familiar de Navidad de 2024-2025

 Como cada año, hay dos textos: el de siempre: «Domus Torrijos - Van Schoor desiderat vobis Natale Hilare et Annum Faustum 2025» que viene a decir que os deseamos una Feliz Navidad y un próspero año 2025, pero en latín… 

Y la frase propuesta para la reflexión, que este año es: 

«Lo que pasa es que crees que tienes tiempo», sobre la cual no creo que haga falta ninguna consideración.

A nivel técnico y de materiales esta vez he cambiado papel y formato: he optado por uno de acuarela de 20 x 20 cm. y 270 gr. marca AQUARI, fabricado con algodón y lino por Sastres Paperers al Molí de la Farga de Bañolas.

Respecto al proceso: ha sido de risa, la verdad. Empecé con los bocetos en septiembre —posiblemente influido por la contundencia del texto elegido— y luego repetí este trabajo cinco veces. Cinco. 


Tras un primer intento que emborroné, en la segunda versión no acerté con el grosor de la plumilla en el texto inferior. 



En la tercera, decidí eliminar este texto y hacer más altas las hierbas, pero me pareció entonces que los márgenes eran estrechos. Y tampoco me convencía cómo quedaba el naranjo.



En la cuarta me equivoqué en la distribución y finalmente, en la quinta, amplié los márgenes, volví a incluir el texto inferior, bajé la altura de las hierbas y modifiqué el diseño del naranjo. Y decidí dejarlo así porque ganas de seguir, tenía.



Y ahora, como novedad, comentaros que este año me he preocupado del «mensaje» que, como entiendo que está un poco oculto, me gustaría explicaros.  

Porque, desde mi agnosticismo, he intentado representar los tres comienzos místicos del calendario cristiano, que no siempre coinciden con el litúrgico.

El primero es de la Natividad de Jesús, un ciclo astronómico que comienza en el solsticio hiemal, alrededor del 21 de diciembre y que celebra el principio del fin de la oscuridad, tras la noche más larga del año. Este inicio se comparte con los nacimientos de otros dioses como Krisna, Horus, Zoroastro o Mitra. 

En nuestra felicitación está representado por las gamas oscuras de los verdes y la rama de acebo, en la parte superior, y el naranjo, así como la felicitación navideña en diversas lenguas que lo rodean. Es el reflejo de la Navidad, del Anno Domini o Año del Señor (A. D.).

Los otros dos, próximos al equinoccio de primavera en términos astronómicos —del equilibrio entre día y la noche, la luz y la oscuridad— son el Anno Dominus Incarnationen, que celebra la encarnación de Cristo «se hizo carne y habitó entre nosotros» (Juan 1:14)y el Anno Gratiae relacionado con el calendario luni-solar judío y la celebración de la Pascua. Sus lógicas: el comienzo del ciclo ha de coincidir, bien con su Encarnación, bien con su Resurrección (si eres o has sido católico, no necesitas explicaciones; de no ser así, serían largas y no se trata de dar demasiado la turra).

A nivel de imagen, fijaos como en el centro desaparecen el rojo y el verde oscuro y dominan los verdes más luminosos, con un degradado del oscuro hacia el claro, del invierno a la primavera.

Dominando el nivel inferior el naranjo citado cargado de frutos sobre una base de hierbas y flores: se cierra el círculo, al ser una fruta invernal pero fijaos que no tiene la copa redondeada, sino que, junto con su tronco y las raíces expuestas, conforma la imagen de un cáliz, que recordaría la Última Cena. 

Se proyecta así la Natividad hacia los otros dos posibles comienzos de año.

Acompañándolo, «Feliz Navidad» escrito en distintas lenguas: las familiares: español, catalán y flamenco y —en lenguas modernas— otras de  diferentes áreas en las que se desarrolló un arte cristiano que aún persiste en iglesias, catedrales y basílicas, entre otras técnicas. Tanto en Occidente —románico, gótico, renacentista o barroco— como en Bizancio, representado por el griego y el ruso, las dos facciones más importantes de la Iglesia ortodoxa.


Un abrazo.


Ferdinandus, d.s. Finalizado el 17 de noviembre, en el tercer decanato del signo de Escorpión, bajo el influjo de Venus, del duomilésimo vigésimo cuarto A. D.


lunes, 2 de septiembre de 2024

Al final de cada Laberinto hay un Dragón


«Al final del Laberinto siempre espera un Dragón. De no ser así no pondríamos tanto empeño en construirlo».


«At the end of the Labyrinth a Dragon always waits. If not so, we wouldn't put so much effort into building it».


Un día escuché una frase parecida y quedé perplejo. 

Tiempo después, una noche en Estambul, junto a la mezquita Azul, la recordé mientras me preguntaba qué hacía yo allí. No qué parecía que hacía, sino por qué había llegado esa noche hasta ese lugar realmente. 

Porque era consciente de que estaba en un laberinto.

Eso debió ser a principio de los ochenta. He reflexionado sobre ella muchas veces y en situaciones muy diferentes. Y este verano, imagino que agobiado por el calor, decidí hacerle un pequeño e íntimo homenaje. Es éste.

Como siempre, y aunque aquí no haya constancia, he cambiado el diseño varias veces además de cambiar la paleta de colores. Al final, siempre acabo pensando que habría quedado mejor la versión anterior. Debe ser uno de mis laberintos particulares.

Por otro lado, me he tomado mi tiempo, los primeros bocetos son de primeros de mayo


Hasta primeros de agosto no tuve un boleto más o menos definitivo


Y, finalizando el mes, di por finalizado el trabajo porque iba añadiendo y retocando y al final temí estropearlo todo.



Los materiales, los de siempre: papel para acuarela de Garzapapel de 300 gr., acuarelas Schmincke, tintas dela serie Calligraphy Ink de Winsor & Newton y rotuladores de 0,38mm. de Muji.


Ferdinandus, d.s. 

Finalizado en el primer decanato del signo de virgo del dosmilésimo vigésimo cuarto A. D.

sábado, 9 de marzo de 2024

Poco nos pasa

En el texto de la parte inferior está el por qué del título: «Hasta aquí mi intento de embellecer la conclusión a la que he llegado, tras muchas reflexiones, desde aquella aciaga pandemia». 

Lo cierto es que me apetecía entretenerme con algo ligero. Sin dorados y con una paleta de colores sencilla. También sentía el deseo de mostrar todo ese desasosiego que, de tarde en tarde, me ha consumido viendo cómo funciona el mundo, en general y terrenos más cercanos, en particular. 

Como siempre, ha habido muchos cambios en todos los sentidos de los cuales no voy a dar cuenta. 

Como curiosidad: en un momento dado se me ocurrió trabajar con relieve —que es algo en lo que nunca he profundizado— e incluso empecé a trabajar con la «P» inicial, pero lo descarté.
Con la orla también enredé en diferentes soluciones aunque siempre a partir del diseño de un círculo inicial, que me costó modificar para el ángulo recto inferior:
En febrero ya tuve un boceto que me gustaba y, a partir de ahí, todo fue más sencillo.
Los primeros trazos con bolígrafos de gel de Muji de 0,38 mm.
Los colores, todos otoñales y pastel —la acuarela—, los tuve claros desde el principio, pero los rebordes de las letras, no. Fantaseé con introducir algún verde e incluso un bermellón, pero finalmente me decidí por un granate suavizado.
Y así ha quedado, finalmente. Ahora ya puedo pasar a otra cosa.
Por cierto, por fin llueve, aunque sea poco. Un abrazo.

Ferdinandus, d.s. 

 Finalizado en el segundo decanato del signo de Piscis del dosmilésimo vigésimo cuarto A. D.

martes, 19 de diciembre de 2023

FELICITACIÓN FAMILIAR NAVIDEÑA. 2023-2024

 Otro año aquí. He de reconocer que cada vez me cuesta un poco más e incluso que en alguna ocasión he pensado en dejar esta costumbre; pero esa parte mía ligada a una mentalidad conservadora me termina atrapando. Al menos hasta ahora.

Este año he vuelto a la decoración con muérdago y acebos —eso sí, en tonos no menos brillantes, pero sí más oscuros— y a las filacterias a las que me voy habituando.

En un principio iban a ser cereales y lúpulo, en la parte superior, y vides, en la inferior—una especie de homenaje a cervezas y vinos— pero luego todo se dio la vuelta. Quedaron restos en algunos bocetos y en un primer diseño que luego deseché.




Las iniciales, finalmente, las cambié un poco.



La frase propuesta par la reflexión de esta año es de Italo Calvino. 


«L’inferno dei vivi non è qualcosa che ci sarà: se esiste, è ciò che è già qui, l'inferno in cui viviamo tutti i giorni, che formiamo stando insieme. Esistono due modi per non soffrire. Il primo è semplice per la maggioranza delle persone: accettare l'inferno e mettersi da parte fino al punto da smettere di percepirlo. Il secondo è rischioso e richiede attenzione e apprendimento continuo: cercare di sapere riconoscere chi e cosa, dentro l'inferno, non è inferno e proteggerlo e dargli spazio».


Cuya traducción podría ser:


«El infierno de los vivos no es algo que será; es aquél que existe ya aquí, ese infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptarlo y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige una atención y un aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio». 


En cuestiones técnicas no voy a entrar hoy. No me apetece. Comentar, eso sí, que mi querencia por el papel de acuarela de Garzapapel, que es el usado, me hace sufrir cuando tengo que utilizar plumillas con tinta, porque no me acabo de hacer y siempre lo emborrono todo. 



Hace sol y tengo mucho por hacer. Aquí lo dejo.


Un abrazo.


Ferdinandus, d.s. Finalizado en el tercer decanato del signo de Sagitario del Anno Dominice Incarnationis de MMXXIII


martes, 15 de agosto de 2023

Iniciales «L» e «I» para la próxima felicitación familiar navideña

 Cada vez me tomo las cosas con más calma, así que, sabiendo que me gusta hacer varias cosas simultáneamente, a finales de julio había empezado ya a pensar en la felicitación familiar navideña.

Parecía estar todo encaminado cuando una nueva lectura me hizo cambiar la frase original y, por tanto, la inicial capitular que la comenzaría. Y no sería una, sino dos: una L y una I.

Cuando empecé a tener claro el diseño me di cuenta de que posiblemente el resultado final no me gustaría tal y com lo estaba planteando, así que decidí hacer primero un trabajo exclusivamente con estas iniciales y luego, en función del resultado, cambiaría el diseño o los colores en la felicitación familiar.

Los primeros días de agosto ya tenía alguna cosa clara y la puse sobre papel.



Al día siguiente ya hacía algunos cambios: primero, “saqué” la “L” del interior de la “I”; luego, adecué las proporciones de la esta última, que era la principal, a las del número áureo. 



Finalmente, decidí rodearla de llamas y realicé el primer boceto de la decoración.



Luego ya vinieron el paso al papel de acuarela correspondiente —un Garzapapel de 20 x 20 cm. y 300 gr.—, la aplicación de la base para el pan de oro.... 



Y, finalmente, los colores, los degradados, otro ligero relieve y el brillo.


Conclusiones a día de hoy:

Modificaré el diseño. El primer boceto, en el que la “L” está incrustada en la “I”, ahora me resulta más sugerente.

Los colores, que ya he utilizado bastantes veces —azul cobalto y bermellón en una primera fase— ahora no me han convencido así que, muy posiblemente, los cambie. Me atrae utilizar, sobre todo para la “I”, una gama de verdes, incluyendo el degradado desde el amarillo de las llamas.

Las llamas de la derecha, por cierto, creo que las “apaciguaré” un poco, dejándolas formalmente más similares al resto.

La relación relieve/brillo intentaré mantenerla, aunque no será fácil. He hecho diferentes pruebas y ninguna sale tan a mi gusto como la que resulta de mezclar pasta de relieve Médium Gel de “la Pajarita” con la tinta Scarlet, de la serie Calligraphy Ink de “Winsor and Newton”. 

Ahora a organizar le resto de la felicitación. Con tiempo.

Ferdinandus, d.s. realizado durante el primer y segundo decanato del signo de Virgo en el Anno Domini 2023.