Mostrando entradas con la etiqueta Rosa de los vientos. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Rosa de los vientos. Mostrar todas las entradas

domingo, 31 de julio de 2016

Rosa de los vientos. Recuperando los orígenes.

Puede que a mi hija no le gustara tanto, pero a mí sí. Tanto el sol central como el Gulden Draak que señalaba el Norte. Así que decidí pasar el boceto a limpio.
Porque Gante (Gent) está, a nivel geográfico, prácticamente en mi Norte (Vilanova y la Geltrú está en el meridiano 1º 43' E y Gante en el 3º 43’ E).
Y ahora, permítaseme contar una historia de Gante, una de esas ciudades en las que me siento a gusto: lo primero que supe del Gulden Draak es que era una de las cervezas belgas más típicas. Y muy buena. Sólo después conocí su historia, profundamente ligada a Flandes y la última vez que visité esa ciudad, ahora hace nueve años, tomé una foto para el recuerdo.
Este dragón dorado corona la torre Belfort, situada junto a la de la catedral de San Bavón —donde se conserva el retablo de la Adoración del Cordero Místico, de Jan Van Eyck— que, con sus 91 m., la convierte, posiblemente, en el campanario más alto de Europa. 

Como todo lo medieval, se hacía sin prisas e intermitentemente (1313-1380), condicionada su construcción por guerras, epidemias, revueltas y otras distracciones comunes en la época. Dos años después de su construcción, en 1382 se coronaría con el dragón dorado. 

Esta estatua, cuenta la leyenda, formaba parte de la proa del barco del rey noruego Sigurd Magnudsson, un cruzado de principios del s. XII. Cuando llegó a Constantinopla, se la regaló al emperador para que la colocara en Santa Sofía y, en el siglo siguiente, el conde flamenco Balduino IX la traería a Europa, acabando en la ciudad vecina de Brujas (Brugge). Tras la batalla de Beverhoutsveld, Gante lo consiguió como botín de guerra y lo colocó sobre su campanario.

Desde entonces tuvo como misión protegerlos y se convirtió en el símbolo de la libertad de la ciudad. Yen la imagen de esa cerveza a la que aludía al principio.
Por cierto, el poema completo del que están sacados los versos que enmarcan esta Rosa dice así:
But to every mind there openeth,
A way, and way, and away,
A high soul climbs the highway,
And the low soul gropes the low,
And in between on the misty flats,
The rest drift to and fro.

But to every man there openeth, 
A high way and a low,
And every mind decideth,
The way his soul shall go.

One ship sails East,
And another West,
By the self-same winds that blow,
Is the set of the sails
And not the gales,
That tells the way we go.

Like the winds of the sea
Are the waves of time,
As we journey along through life,
Is the set of the soul,
That determines the goal,
And not the calm or the strife. 

Ella Wheeler Wilcox (1850-1919)



Ferdinandus, d.s. Bajo el signo de Leo del 2016 A.D.

viernes, 29 de julio de 2016

Rosa de los vientos. Esbozos para Andrea.

Mi hija Andrea me pide un dibujo de una rosa de los vientos. Va a hacer un blog a partir de un viaje y quiere utilizarlo como logo. Pero no quiere algo acabado; de mis trabajos, ella prefiere los esbozos previos. También su viaje desea que sea así, un conjunto de apuntes siempre pendiente de finalizar. Como la vida.
Aún va más lejos: ni siquiera desea que el esbozo esté completo. Le gustan aquellos que, debido a su simetría —aunque sea parcial— dejan una de sus partes simplemente apuntada.
Miramos juntos imágenes sobre el tema y decidimos que la Roas vaya enmarcada en una frase. La que elegimos en primer lugar era una de J. R. R. Tolkien que creímos que cuadraba bien: “Not all those who wander are lost”, que traduciríamos como “No todos aquellos que viajan sin rumbo están perdidos”.
Luego la cambiamos por un fragmento de un poema de Ela Wheeler Wilcox cuya traducción sería: “Un barco navega hacia el Este y otro hacia el Oeste, pero el viento que sopla es el mismo. Es la posición de las velas, y no el viento, lo que marca hacia dónde vamos”.

Finalmente, le presento mi primera propuesta. 
La idea general le parece bien pero hay dos cosas a corregir: el sol del centro, a ella no le gusta —como alternativa me propone una S mayúscula (de Samarco)— y tampoco que el Norte lo señale el Gulden Draak, el animal emblemático de la ciudad de Gante. 

Así que cambio cosas. Las flechas que señalan los puntos cardinales las hago todas rectas —las onduladas, sin el sol, no tienen razón de ser—, las flechas que señalan los cuatro puntos cardinales irán con una especie de volutas y realizo un primer boceto de una “S” circular, totalmente simétrica.



Que luego, al completar, no acaba de gustarme e introduzco nuevos cambios, como eliminar la perpendicularidad de los ejes. Por cierto, la S, al final, también queda “incompleta”, como el resto de la Rosa, en su mitad Oeste.


Ferdinandus, d.s. Bajo el signo de Leo del 2016 A.D.