La frase elegida para este año ha sido de Agustín de Hipona (San Agustín, obispo de Hipona, 354-430): AMA ET QUOD VIS FAC, cuya traducción sería: “Ama y haz lo que quieras”.
La frase completa era:
Ama y haz lo que quieras. Si callas, callarás con amor; si gritas, gritarás con amor; si corriges, corregirás con amor; si perdonas, perdonarás con amor. Si tienes el amor arraigado en ti, ninguna otra cosa sino amor serán tus frutos.
Me pareció perfecta para expresar lo que deseaba en estas navidades.
Siguiendo la costumbre, he utilizado el rojo y el verde, colores asociados al acebo (Ilex acquifolium), planta tradicional navideña.
En la fecha, al final, he decidido “pasarme” un poco, en vista de cómo se van perdiendo referencias y cada vez vulgarizamos más el lenguaje. En vez de “solsticio de invierno” he utilizado “solsticio hiemal” —curiosamente, las palabras estío, o estival, relacionadas con el verano, sí se usan, pero hiemal, para invierno, es bastante desconocida— y he anotado la fecha del día en números ordinales. Ganas de distraerme.
Y, siguiendo con las ganas de probar, antes de colocar la decoración a base de frutos de acebo, realicé algunas instantáneas colocando sobre los espacios vacíos del manuscrito diferentes elementos que había en casa, como unas bases para velas o algunas hojas secas prensadas.
Finalmente nos decimos por la decorada con los citados frutos pintados, pero muestro las otras para que se vean los diferentes resultados. La idea de combinar flor seca con caligrafía, que había usado hace ya bastantes años, vuelve a parecerme atractiva. El tiempo dirá qué hacer con la idea.
Ferdinandus, d.s.
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