Ha refrescado un poco. Y se agradece.
Decía Eugeni d’Ors: “Todo lo que no es tradición, es plagio”; quizás la frase sea un poco extrema, pero lo cierto es que en el tema de la creatividad no es oro todo lo que reluce. Y es que, al parecer, ser creativo no es tanto inventar algo “nuevo”, sino tener una forma “nueva” de combinar cosas ya existentes. En literatura, Vladimir Propp llegó a definir 31 elementos que se repiten invariablemente en todos los cuentos populares —aunque no todos en el mismo—, y en la caligrafía ¿qué decir? tenemos aproximadamente 28 signos alfabéticos y un número de tipografías menos amplio de lo que parece que vamos combinando de mil maneras posibles.
Cuento esto porque la inicial en la que he estado trabajando no es, desde luego, toda mía. Y me apetece dejar constancia del proceso.
1a Parte. Necesito una J capitular
Quiero hacer una carta de bienvenida y necesito una J inicial que destaque. Lo primero que hago es buscar en mi archivo, pero no encuentro ninguna que se ajuste a la idea previa que tengo. Encuentro, eso sí, dos I de sendos libros antiguos. La primera es de Giulio Menna y la tengo anotada como Walters Manuscript W. 805; la segunda me consta como “Freiburg, Bibliothèque cantonale”.
No estoy seguro, pero supongo que tendré que darles las gracias a nuestros amigos de e-codices y Walters Art Museum Illuminated Manuscripts , que generosamente publican en Flickr infinidad de páginas de manuscritos maravillosos.
El hecho de que sean íes, y no jotas, es un problema relativo. Porque lo que hago es diseñar una nueva letra a partir de las ideas que más me gustan de las dos. Ya tengo resuelto el primer problema.
2a Parte. Nunca estoy contento
Demasiado alargada. Poco “matemática” en sus proporciones. Y en la etapa actual necesito orden mental, así que recurro a la solución más obvia: la sucesión Fibonacci, descrita por Leonardo de Pisa a principios del siglo XIII y que nunca deja de asombrarme.
Tras ajustar mi diseño a estas proporciones, el resultado ha sido éste:
Y bien, ya tengo la J que necesitaba.
Ahora he de elegir colores, papel y técnicas, pero eso será en el próximo post.
Ferdinandus, d.s.