lunes, 19 de noviembre de 2012

Nudos celtas. Issorie (1)


La última vez que visité l’Auvergne, una hermosa región del Macizo Central francés, fue en agosto de 2008. Está llena de pequeños pueblos con iglesias preciosas, en un grave paisaje volcánico. 
En la ciudad de Issoire pude disfrutar de un templo en su estado más puro —la catedral—, en la que la piedra viva apenas se veía, recubierta por pinturas alegóricas y decoraciones fantásticas. 


Justo al lado había una exposición de caligrafía medieval, y me entretuve tomando fotografías de algunas de las obras expuestas. Una de las cosas que me llamó la atención es el uso de trenzados celtas para separar columnas en los textos. 

Este fin de semana, revisando fotografías, las he vuelto a encontrar y he intentado reproducir esquemáticamente una de ellas.

Desconozco quienes son los autores; lamento no poder felicitarlos por sus obras y agradecerles la belleza que compartieron. Sirva este post como homenaje.
Cuando tenga más tiempo iré adjuntando alguna más.
Ferdinandus, d.s.

domingo, 11 de noviembre de 2012

Feliz cumpleaños con relieve y vigne blanche


Mi hija Andrea ha cumplido los años y decidí complicarme un poco la vida realizando una felicitación en la que incluiría una inicial en relieve —la A en uncial— adornada con una decoración tipo vigne blanche. Esta inicial tenía como base la que ya había realizado previamente para probar cómo funcionaba el relieve en diversos niveles y aquí opté por jugar únicamente con dos.

Materiales: He trabajado con un papel artesanal del molino papelero de Capellades — estuve haciendo una visita hace unos meses y aproveché para comprar algunos pliegos—, de poco gramaje pero robusto y con una textura quizás un poco áspera para las plumillas cargadas con gouache. De hecho, probé con una de las Speedball recientemente adquiridas y no me acabó de convencer. Finalmente, la que mejor corría fue una vieja plumilla que ha demostrado ser una “todo terreno”: la Heintze & Blanckertz 831/2.


Problemas y soluciones: A nivel de materiales, para realizar el vaciado del relieve había conseguido unas láminas de acetato de un gramaje suficiente y pensé que sería más cómodo trabajar con ellas que con cartulina, gracias a su transparencia: craso error. Tuve problemas para dibujar sobre ellas —no tenía a mano un buen rotulador permanente de punta fina— y a la hora de cortarlas, además de ser más duras, se alabeaban. Así que volví al método tradicional de la cartulina. En cuanto al diseño, tuve problemas al recortar los tramos más largos —la cartulina tendía a arrugarse y en algunos lugares el espacio era muy delgado— y con las partes redondeadas más pequeñas. Así que hice lo que pude y, gracias a Dios, al pasar los buriles se difuminaron un poco los errores.

P.S. Como siempre, se aceptan y agradecen críticas constructivas, ideas para mejorar y soluciones alternativas que a mí no se me han ocurrido. Gracias.
Ferdinandus, d.s.