La última vez que visité l’Auvergne, una hermosa región del Macizo Central francés, fue en agosto de 2008. Está llena de pequeños pueblos con iglesias preciosas, en un grave paisaje volcánico.
En la ciudad de Issoire pude disfrutar de un templo en su estado más puro —la catedral—, en la que la piedra viva apenas se veía, recubierta por pinturas alegóricas y decoraciones fantásticas.
Justo al lado había una exposición de caligrafía medieval, y me entretuve tomando fotografías de algunas de las obras expuestas. Una de las cosas que me llamó la atención es el uso de trenzados celtas para separar columnas en los textos.
Este fin de semana, revisando fotografías, las he vuelto a encontrar y he intentado reproducir esquemáticamente una de ellas.
Desconozco quienes son los autores; lamento no poder felicitarlos por sus obras y agradecerles la belleza que compartieron. Sirva este post como homenaje.
Cuando tenga más tiempo iré adjuntando alguna más.
Ferdinandus, d.s.