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miércoles, 11 de diciembre de 2024

Felicitación familiar de Navidad de 2024-2025

 Como cada año, hay dos textos: el de siempre: «Domus Torrijos - Van Schoor desiderat vobis Natale Hilare et Annum Faustum 2025» que viene a decir que os deseamos una Feliz Navidad y un próspero año 2025, pero en latín… 

Y la frase propuesta para la reflexión, que este año es: 

«Lo que pasa es que crees que tienes tiempo», sobre la cual no creo que haga falta ninguna consideración.

A nivel técnico y de materiales esta vez he cambiado papel y formato: he optado por uno de acuarela de 20 x 20 cm. y 270 gr. marca AQUARI, fabricado con algodón y lino por Sastres Paperers al Molí de la Farga de Bañolas.

Respecto al proceso: ha sido de risa, la verdad. Empecé con los bocetos en septiembre —posiblemente influido por la contundencia del texto elegido— y luego repetí este trabajo cinco veces. Cinco. 


Tras un primer intento que emborroné, en la segunda versión no acerté con el grosor de la plumilla en el texto inferior. 



En la tercera, decidí eliminar este texto y hacer más altas las hierbas, pero me pareció entonces que los márgenes eran estrechos. Y tampoco me convencía cómo quedaba el naranjo.



En la cuarta me equivoqué en la distribución y finalmente, en la quinta, amplié los márgenes, volví a incluir el texto inferior, bajé la altura de las hierbas y modifiqué el diseño del naranjo. Y decidí dejarlo así porque ganas de seguir, tenía.



Y ahora, como novedad, comentaros que este año me he preocupado del «mensaje» que, como entiendo que está un poco oculto, me gustaría explicaros.  

Porque, desde mi agnosticismo, he intentado representar los tres comienzos místicos del calendario cristiano, que no siempre coinciden con el litúrgico.

El primero es de la Natividad de Jesús, un ciclo astronómico que comienza en el solsticio hiemal, alrededor del 21 de diciembre y que celebra el principio del fin de la oscuridad, tras la noche más larga del año. Este inicio se comparte con los nacimientos de otros dioses como Krisna, Horus, Zoroastro o Mitra. 

En nuestra felicitación está representado por las gamas oscuras de los verdes y la rama de acebo, en la parte superior, y el naranjo, así como la felicitación navideña en diversas lenguas que lo rodean. Es el reflejo de la Navidad, del Anno Domini o Año del Señor (A. D.).

Los otros dos, próximos al equinoccio de primavera en términos astronómicos —del equilibrio entre día y la noche, la luz y la oscuridad— son el Anno Dominus Incarnationen, que celebra la encarnación de Cristo «se hizo carne y habitó entre nosotros» (Juan 1:14)y el Anno Gratiae relacionado con el calendario luni-solar judío y la celebración de la Pascua. Sus lógicas: el comienzo del ciclo ha de coincidir, bien con su Encarnación, bien con su Resurrección (si eres o has sido católico, no necesitas explicaciones; de no ser así, serían largas y no se trata de dar demasiado la turra).

A nivel de imagen, fijaos como en el centro desaparecen el rojo y el verde oscuro y dominan los verdes más luminosos, con un degradado del oscuro hacia el claro, del invierno a la primavera.

Dominando el nivel inferior el naranjo citado cargado de frutos sobre una base de hierbas y flores: se cierra el círculo, al ser una fruta invernal pero fijaos que no tiene la copa redondeada, sino que, junto con su tronco y las raíces expuestas, conforma la imagen de un cáliz, que recordaría la Última Cena. 

Se proyecta así la Natividad hacia los otros dos posibles comienzos de año.

Acompañándolo, «Feliz Navidad» escrito en distintas lenguas: las familiares: español, catalán y flamenco y —en lenguas modernas— otras de  diferentes áreas en las que se desarrolló un arte cristiano que aún persiste en iglesias, catedrales y basílicas, entre otras técnicas. Tanto en Occidente —románico, gótico, renacentista o barroco— como en Bizancio, representado por el griego y el ruso, las dos facciones más importantes de la Iglesia ortodoxa.


Un abrazo.


Ferdinandus, d.s. Finalizado el 17 de noviembre, en el tercer decanato del signo de Escorpión, bajo el influjo de Venus, del duomilésimo vigésimo cuarto A. D.


martes, 19 de diciembre de 2023

FELICITACIÓN FAMILIAR NAVIDEÑA. 2023-2024

 Otro año aquí. He de reconocer que cada vez me cuesta un poco más e incluso que en alguna ocasión he pensado en dejar esta costumbre; pero esa parte mía ligada a una mentalidad conservadora me termina atrapando. Al menos hasta ahora.

Este año he vuelto a la decoración con muérdago y acebos —eso sí, en tonos no menos brillantes, pero sí más oscuros— y a las filacterias a las que me voy habituando.

En un principio iban a ser cereales y lúpulo, en la parte superior, y vides, en la inferior—una especie de homenaje a cervezas y vinos— pero luego todo se dio la vuelta. Quedaron restos en algunos bocetos y en un primer diseño que luego deseché.




Las iniciales, finalmente, las cambié un poco.



La frase propuesta par la reflexión de esta año es de Italo Calvino. 


«L’inferno dei vivi non è qualcosa che ci sarà: se esiste, è ciò che è già qui, l'inferno in cui viviamo tutti i giorni, che formiamo stando insieme. Esistono due modi per non soffrire. Il primo è semplice per la maggioranza delle persone: accettare l'inferno e mettersi da parte fino al punto da smettere di percepirlo. Il secondo è rischioso e richiede attenzione e apprendimento continuo: cercare di sapere riconoscere chi e cosa, dentro l'inferno, non è inferno e proteggerlo e dargli spazio».


Cuya traducción podría ser:


«El infierno de los vivos no es algo que será; es aquél que existe ya aquí, ese infierno que habitamos todos los días, que formamos estando juntos. Dos maneras hay de no sufrirlo. La primera es fácil para muchos: aceptarlo y volverse parte de él hasta el punto de no verlo más. La segunda es peligrosa y exige una atención y un aprendizaje continuos: buscar y saber reconocer quién y qué, en medio del infierno, no es infierno, y hacerlo durar, y darle espacio». 


En cuestiones técnicas no voy a entrar hoy. No me apetece. Comentar, eso sí, que mi querencia por el papel de acuarela de Garzapapel, que es el usado, me hace sufrir cuando tengo que utilizar plumillas con tinta, porque no me acabo de hacer y siempre lo emborrono todo. 



Hace sol y tengo mucho por hacer. Aquí lo dejo.


Un abrazo.


Ferdinandus, d.s. Finalizado en el tercer decanato del signo de Sagitario del Anno Dominice Incarnationis de MMXXIII