Estoy pensando en cambiar la presentación
del blog. El título, que me divertía mucho al principio, ahora me resulta
cargado y hasta pedante.
Y, puestos a enredar, he comenzado por un
par de imágenes, aunque posiblemente al final ni las aplique.
He trabajado con dos ideas: de un lado un
caracol, símbolo del movimiento Slow,
del que intento ser seguidor. He
trabajado a partir de unas fotografías que hice en la Selva Negra hace unos
años; para la decoración de la concha me inspiré —sin que tenga nada que ver
con este molusco— en una de las baldosas del suelo del Saló de Cent del Ayuntamiento de Barcelona.
La segunda idea se fue complicando a medida
que hacía pruebas. Primero era simplemente una hoja; después “vi” que uno de
sus sectores podía relacionarse con el símbolo del Taoísmo (los conceptos del Yin y el Yang), simplemente añadiendo un círculo interior y una exterior. Me
hizo gracia la idea porque esta filosofía me había atraído mucho cuando era
joven. Más tarde la proyecté al tiempo que la invertía, para repetir el efecto
y, para unir los peciolos, usé otro símbolo también simétrico, el del signo
zodiacal de Géminis, bajo el que nací.
Finalmente, y aunque después lo dibujé
completo, decidí “eliminar” una de las partes de la casi simetría, para
significar también la dualidad entre lo que se muestra y lo que se oculta.
En fin, puro disfrute filosófico mientras
hacía pruebas con el sencillo diseño de una hoja.
Ferdinandus, d.s.
Bajo el signo de Aries
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