En casa hay tres mujeres. Así que, tras la G de mi esposa —me gustó cómo quedó al final— decidí repetir diseño —con variables, que hay que intentar cosas nuevas— con las iniciales de mis hijas: la A y la C.
Esta vez he de decir que he enredado un poco más a la hora de dibujarlas y la verdad es que el resultado me parece, en estos momentos, incierto. Siempre he dicho que cada obra, por pequeña que sea —un simple boceto, por ejemplo— tiene una vida propia que va emergiendo a medida que se realiza. En resumidas cuentas, que ahora que los veo no acabo todavía de entenderlos.
El esquema general sigue la misma pauta que la G: una inicial decorada con hojas y frutillas con una partición en la prolongación del peciolo y el ápice redondeado. Aunque en esta ocasión he establecido algunas variantes: si en la G de Godelieve las hojas tenían una forma astada, en la A de Andrea son acorazonadas. Y si la primera estaba inscrita en un cuadrado, esta lo está en un rectángulo.
Las hojas de la C de Carla, en cambio, son palmeadas y, aunque aparentemente está inscrita en un círculo en realidad lo está en un óvalo, aunque esté poco definido.
Este diseño ha sido una elección intuitiva, intentando adivinar qué forma definía mejor a cada una desde mis sensaciones.
Ferdinandus, d.s. Realizado entre el tercer decanato de Tauro y el primer decanato de Géminis del Anno Dominice Incarnationis de MMXX.
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