En estos días de fiesta he tenido tiempo de volver a mirar un libro que me regaló, hace ya tiempo, una gran amiga.
Se trata de una edición facsímil editada por la Junta de Castilla y León y el Ayuntamiento de Valladolid en 2002 titulado: ARTE SUBTILISSIMA, POR la qual se enseña a escriueir perfectamente. Hecho y experimentado, y agora de nuevo añadido por Iuan de Yciar Vizcayno. Y la edición original es nada menos que del año 1553.
Como libro de caligrafía no aporta gran cosa, pero permite una reflexión histórica cuanto menos curiosa: Cuando hacía ya un siglo que Gutenberg había desarrollado la imprenta de tipos móviles, y el papel de calígrafos y escribanos era ya puramente decorativo y testimonial, Juan de Yciar utilizó la imprenta —esa enemiga temida y feroz— para dar a conocer reglas y modelos de letras.
De alguna forma me ha parecido terriblemente actual. En mi caso, me decidí a retomar mi afición por la caligrafía gracias a lo que iba encontrando en Internet y, dejando aparte algunos libros que he ido comprando, una gran parte de lo que he aprendido se lo debo a quienes han compartido sus trabajos en la Red.
Paradójicamente, y aunque siga siendo una afición minoritaria, estoy convencido de que será de la mano de las nuevas tecnologías que antiguas artes, como la caligrafía y la iluminación, renacerán.
Juan de Yziar, allá en el siglo XVI, fue un precursor.
Ferdinandus d.s.
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