Mucho tiempo inactivo, pero es que es final de curso y no tengo demasiado tiempo.
Las letras capitulares cada vez me parecen más interesantes. Elaborar variantes a partir de una idea. Jugar.
El mes pasado, aprovechando que pensaba hacer una felicitación para una familiar, me dediqué a trabajar en una M y una S.
La M es una de esas iniciales que me atraen: son, o pueden ser, simétricas. Y la simetría siempre es un plus filosófico. Así que esta vez opté por romperla. Era arriesgado, pero me apetecía.
Esta vez el soporte fueron unos trozos de papel apergaminado que tenia por casa.
Ferdinandus, d.d.
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