Vayamos por orden. Racó de l’Arboç, en castellano, sería “Rincón del madroño” y es el nombre de una pequeña parcela en la montaña poblada por estos árboles. En ella, uno de nuestros sobrinos intenta acercarse con su familia a la naturaleza de vez en cuando y enreda, de paso, con la permacultura. A él está dedicado, pues, este trabajo.
Los que seguís habitualmente el blog os habréis percatado de que las iniciales son, precisamente, R y A, aquellas con que me compliqué en demasía hace muy poco.
A nivel de materiales: El papel es un DIN A4 con barbas a los cuatro lados del Molí Paperer Ca l’Oliver con una textura muy original —por cierto, tengo una visita pendiente porque, teniéndolo cerca de casa, todavía no lo he visitado, y es un poco vergonzoso; espero que permitan ver las instalaciones—.
Como papel me ha parecido muy interesante, pero, dado su poco gramaje, utilizar acuarela muy líquida no ha sido muy práctico. Debido a esto, tanto en la aplicación del gesso para el dorado como en la acuarela para los degradados se ha alabeado un poco. Pero insisto, el problema es mío por combinar técnicas y papeles nos compatibles al 100%.
Los trazos, del texto y demás, los he realizado con Staedler MarsMatic700 de 0,3 mm. cargados con tinta roja de Winsor & Newton, acuarela líquida azul y la nogalina previamente citada. Para afinar el trazo, en los segmentos en los que ha sido posible, he utilizado plantillas de curvas.
El pan de oro es de imitación. y lo he aplicado sobre una mezcla de gesso y bol.
Los verdes del fondo que rodea el texto son una combinación, muy diluida, de acuarelas de Schmincke Akademie (núms. 551, 553 y amarillo 222).
Para representar los frutos y flores de estos árboles, añadidos a posteriori sobre la base de acuarela, he utilizado guaches, ya que su opacidad permitía mantener claros los perfiles.
Ferdinandus, d.s. bajo el signo de Acuario