Escribo este post por si puedo aportar algo a principiantes como yo.
A lo largo del tiempo dedicado a este menester
de la caligrafía he intentado dorar algunas zonas de letras capitulares. Con
poco éxito, lo reconozco.
Con diferentes tintas no tuve resultados
satisfactorios. Ni la primera Brillant
Flüssigbronzen, de Hobby Line, ni las posteriores Gold-Metallic Bronze o Gold Calligraphy Ink, ambas de Winsor & Newton me convencieron, aunque seguramente el problema haya
sido mío, y no de estos materiales.
Lo intenté también en un par de ocasiones con
pan de oro —de imitación, se entiende—pero, bien porque posiblemente nunca he
acabado de aplicar correctamente el gesso o por cualquier otra razón, tampoco
los resultados fueron los esperados. Los pocos tutoriales que encontré en
Internet eran interesantes pero no me fueron de mucha utilidad (puedes mirar por
ejemplo, si te interesa, http://www.youtube.com/watch?v=z8hXTWjvgds&feature=related o
Encontré también indicaciones en libros, pero
llevarlos a cabo hubiera supuesto para mí un trabajo ingente —si lees inglés y
quieres profesionalizarte, puedes consultar The
Technique of Raised Gilding de Jerry Tresser o, en plan más sencillo y en castellano, “Decorar con
oro” en Directorio de
caligrafía: 100 alfabetos y cómo caligrafiarlos escrito por David Harris, páginas 244 a 251—.
Pues bien, ayer lo intenté de nuevo pero de forma mucho menos “elaborada” —¿por qué no decirlo? casi cutre— y, ¡sorpresa!, sin
ser una maravilla, el resultado me pareció, como mínimo, aceptable. ¿Que cómo
lo hice? Pues aplicando gesso y pintando encima ¡con un rotulador! Así de
sencillo. Curiosamente, el mismo rotulador, aplicado directamente sobre el
papel —era algo que había probado ya hacía tiempo— perdía mucho brillo.
Adjunto una prueba —un poco descuidada, lo
reconozco— como muestra de los resultados. Comparo las dos tintas antes citadas
de Winsor & Newton y el
rotulador, un Artline 999XF Gold
aplicadas directamente sobre el papel y con una base, que en este caso ha sido
un sencillo gesso tapaporos de la casa Vallejo.
Espero presentar otros ejemplos más adelante,
aplicados a iniciales.
Y no desespero. Algún día yo también haré algo
bonito y bien elaborado con pan de oro y siguiendo los protocolos clásicos. Como
Dios manda. Entretanto, en estas estamos.
P.S. Estimado lector: si tienes ideas novedosas, conoces otros materiales o
has experimentado técnicas diversas… lo que sea, te agradecería que lo
compartieras. Espero tus consejos e indicaciones; sigo en proceso constante de aprendizaje.
Ferdinandus, d.s. bajo el signo de Géminis.
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