lunes, 27 de julio de 2015

Hermanos

Esta vez he caligrafiado un poema dedicado a los hermanos. En este caso, a mis hermanos, aunque no he puesto nuestros nombres al final para hacerlo asequible a cualquiera.

Quizás no sea el más profundo, ni el mejor, pero tiene a su favor que lo encontré hace años, escrito en una cerámica de esas tan típicas que venden en la Plaza mayor de Cuenca. Me hizo gracia, además, que el autor, A. Sánchez Marín, firmara como “trovador”.

Va por vosotros, Pablo, Carlos y Ricardo. Y por nuestros padres, que lo han hecho posible.

Ferdinandus, d.s. Bajo el signo de Leo.

2 comentarios:

  1. el poema, sencillo y de ortodoxas formas que compartes me ha emocionado..

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  2. El poema forma parte de lo popular. Que lo encontrara en una pieza de cerámica de esas que se venden como recuerdos de visitantes y turistas no es gratuito. Lo de la sencillez formal también tiene su razón de ser: forma parte de esa gravedad —imagino que condicionada por los campos de Castilla— que, si bien hace tiempo que dejó de ser dominante en mi vida, representa todavía algunas facetas de mis relaciones familiares.

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